TECLA, la tecla.

Ella, nuestra inseparable compañera, el valor más preciado que tenemos entre nosotros porque sin ella no podríamos entregar felicidad a nuestros clientes, éxito a sus proyectos y soluciones a sus problemas.

Ella, nuestra más fiel trabajadora, incansable, sensible, a veces se bloquea pero tiene solución, a veces no responde o no nos entiende dando resultados erróneos, pero todo tiene solución.

Ella, la que habla todos los idiomas existentes.

Ella, la expresiva según su grosor de letra, su llamada de atención en cursiva, sus desacuerdos subrayados y cuando retira lo dicho con un simple tachado.

Ella, la incansable, la que pide que la presiones una y otra vez, sí, a veces se le ve desgastada por el trabajo que tiene, un duro trabajo de expresar siempre lo que uno le dice sin rechistar. 

Y lo más importante, al comprarle otro vestido más moderno sigue como nueva dándote los mismos resultados que todo diseñador busca alcanzar.